Como hemos comentado en otros artículos, la mayoría de los dolores de espalda suceden por tener malos hábitos posturales. Con la realización de ejercicio tienden a aliviarse, pero es importante no ignorar los síntomas y prevenirlos, de manera que nuestro cuerpo esté preparado de antemano, ya que si no se pueden volver recurrentes y crónicos.
¿Qué es el dolor de espalda?
El dolor de espalda puede asociarse a diversas causas: edad, dieta, estilo de vida, malas posturas, cambios bruscos de tiempo, lesiones traumáticas, … pero en la mayoría de las ocasiones su origen es idiopático (es decir, desconocido). La afectación nerviosa puede hacer que desde cervical haya irradiación hacia miembros superiores, desde dorsal a zona costa u órganos y desde lumbar hacia miembros inferiores. El dolor se puede localizar en una zona en concreto, extenderse por toda la región lumbar, o irradiarse por la pierna. Si hablamos de intensidad, puede ser un dolor profundo, superficial o asemejarse a una quemazón, calambre o pinchazo.
Síntomas comunes del dolor de espalda
- Dolor que desciende por la parte frontal o posterior de la pierna.
- Sensación de alfileres o agujas en la zona de glúteos, piernas o pies.
- Un fuerte dolor de espalda cuando nos agachamos.
- Niveles excesivos de rigidez en la zona lumbar.
Tratamientos específicos para los dolores de espalda
Con la fisioterapia se pueden tratar lesiones de espalda diferentes, tanto en lumbares, como en dorsales y cervicales.
Fisioterapia invasiva
Cuando hay dolor de espalda, una de las técnicas que puede utilizarse es la fisioterapia invasiva aplicando diversas técnicas como pueden ser la punción seca, la electrolisis percutánea o la acupuntura.
Fortalecimiento y propiocepción
Fortaleciendo los músculos, se consigue una mayor estabilidad de las articulaciones, y por tanto, se puede conseguir un alivio del dolor de espalda.
Posturología
Cuando los dolores de espalda derivan de los malos hábitos posturales, el fisioterapeuta buscará el origen de ese dolor y las alteraciones vestibulares (que pueden causar mareos, vértigo, alteraciones del equilibrio…).
Consejos de nuestros fisioterapeutas
Realiza estiramientos y ejercicios
El fisioterapeuta te puede recomendar una serie de ejercicios y estiramientos pensados específicamente para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad.
Aprende a tener una buena postura
Aprender técnicas para mantener una postura adecuada durante tu día a día, reducirá la tensión en la espalda. Prueba a andar descalzo para estimular los músculos del pie y reducir la tensión muscular; o a sentarte con la espalda totalmente apoyada en el respaldo y los dos pies en el suelo, tu espalda te lo agradecerá al final del día.
Practica técnicas de relajación
Las técnicas de relajación como el yoga, el pilates, el mindfullness o la meditación, pueden ayudar a reducir el estrés y la tensión muscular.
Aplica calor y frío
La aplicación de compresas calientes o bolsas de hielo puede aliviar de forma temporal el dolor y reducir la inflamación. No obstante, es un «parche» nunca una solución.
Y por supuesto, acude a un centro de fisioterapia
Un fisioterapeuta puede utilizar técnicas de terapia manual, como masajes o manipulaciones, para aliviar la tensión y mejorar la función de la espalda.
El fisioterapeuta, tu aliado para prevenir y tratar el dolor
Como profesional sanitario, el fisioterapeuta te examinará, te escuchará (a ti y a tu cuerpo) y elaborará un plan de tratamiento que puedas realizar tanto en casa como en el centro: ayuda con la flexibilidad, la fuerza, la resistencia, la coordinación, el equilibrio… Y en ella, se incluirían ejercicios del tronco, estiramientos, levantar pesas o caminar.
Si tienes problemas de espalda y necesitas a un fisioterapeuta profesional o simplemente aprender a prevenirlos o que evaluen tu condición y recomendarte el enfoque más adecuado para tus contracturas musculares, puedes contar con nuestro equipo. ¿Hablamos?

Comentarios recientes